domingo, 9 de septiembre de 2012

Maldita cicuta contemporánea


“La luna en u me recuerda a la copa llena de ilusiones que alguna vez sostuve en mi mano.”/

“La estrella sobre ella me hace imaginar un espejo en donde mi ser veía ojeras y paz.”/

“Es costumbre del pasajero de un tren resucitar un sentimiento elegiaco cada vez que su amante se va a su casa, a cenar con su familia.”/

“La continuidad de los faroles encendidos de las calles es sinónimo de gallos cantando y de tiritar de manos.”/

“El único dejo de inocencia que veo en mi paisaje es un corto hilo de tela de araña que va de un cable a otro.”/

“Alguna vez pensé que se volvió costumbre gritarle al cielo que lo amaba y que este no me respondiera.”/

“No hay sonido más antipoético que el arrancar de un auto mientras hay relámpagos en el horizonte.”/

“Mi mente viaja a un concierto de bossa nova donde descubrí que mis botas ya no eran las de antes.”/

“Mi cuerpo se estremece cada vez que recuerdo la crueldad de haber puesto una moneda en una máquina de juegos y que esta no se moviera.”/

“El dios de la luz miraba hacia un silbido extravagante mientras la luz rezaba con desesperación.”/

“La mañana siguiente a esta decidiré comprar una biblioteca y llenarla de muertos.”/

“Hay un crucigramas pegado en la pared del vecino que todavía no decidí resolver.”/

“Tengo un barril lleno de cicuta en el balcón cada vez que quiero tomar soma.”/

“El olor distintivo de todas las cosas es opacado por el olor distintivo de una sola.”/



Y no hay. Al final no hay...

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