lo que se ha escrito,
lo que has visto,
lo vivido,
olvidado.
Hasta el
metrónomo
que conduce
nuestras conversaciones
más ínfimas y etéreas:
Curtir la oración
curarla hasta hacerla
hierro de recuerdos.
Templar la palabra,
hacerla filosa;
diamante contra viento.
Pulir la letra, volverla
joya de soledades
re descubiertas.
Pasarla por hielo
domarla con fuego
y volver libre,
en el tono de una brisa,
al poema naciente.
"Templar la palabra
ResponderEliminarhasta hacerla filosa;
diamante contra viento."
Sus versos cortan con elegancia y dejan heridas bellas en la memoria y la lengua, gracias por escribir.